La cumpleañera y su regalo.

Juguete nuevo: un pebble. Se presentó la oportunidad y no he podido resistirme. Tampoco lo intenté demasiado, todo hay que decirlo.

Nunca he sido muy jugón, desde pequeño me ha gustado utilizar el tiempo delante del ordenador en otras cosas, aún así he tenido mis épocas. Como ejemplo, hasta hace dos años mi última consola había sido una clónica de la NASA que a su vez era una clónica de la NES.

Como hay que probar de todo (o casi todo), en los últimos dos años he pasado por una Xbox 360 y una PS3, y me ha servido para demostrarme que no necesito una consola, en ocasiones han pasado hasta meses entre dos partidas consecutivas.

Aquí van este par de “viejos” rivales.

Me encanta trabajar con las manos, poder tocar las cosas y darles forma. Puede que sea porque es justo lo contrario de lo que hago a diario, tocar teclas que nunca cambian y fabricar cosas, que pueden molar mucho, pero son intangibles.

Ayer le di una generosa capa de masilla de poliéster a la cabeza del casco, para a partir de ahí ir retirando material e igualarlo todo.

Hay nueva compañera en el piso y aunque sea verdiblanca no veas como aspira.

Diet Coke, como la Coca-Cola Light pero más cosmopolita.

Este fin de semana se ha celebrado la XV Feria de Antigüedades “Antigua”, y como no hay nada más trendy-cool-hipster que hacer fotos a cosas más viejas que la charito, allá que me he plantado con Ana.

Me he vuelto con un puñado de fotos interesantes, así que seguramente prepararé un álbum con todas.

Aunque hemos terminado con un frío negro, la tarde pintaba bien, así que nos hemos ido a animar a Álvaro (con nuestra presencia) a su partido.

Toca foto temática del día de los enamorados. Unos lo pasan de celebración en pareja, otros haciendo fotos en medio de la noche. No voy a decir en cuál de los dos grupos estoy yo.

Un efecto interesante que tengo que pulir más: bokeh con formas.